El Desafío de Shinichi Kudo: 50 Casos para Resolver -Caso 43-

     El inspector Megure levantó la botella que se encontraba en el suelo del estudio de Aikawa Takatsugu; le quitó el corcho, olió con cuidado el contenido y se la alcanzó a Shinichi.
     El detective juvenil la sostuvo con aire ausente mientras seguía estudiando la posición del cuerpo tendido en el suelo de Tokuyama Maaya, una modelo de 19 años. Estaba vestida con ropa de calle, tendida sobre un costado, la rodilla derecha casi debajo del mentón, y su mano derecha en forma de puño, salvo por el dedo índice, que estaba rígido y extendido.
     El bolso, a su lado, contenía lo de rigor, excepto lápiz labial, aunque sus labios eran de color rojo escarlata.
     Kudo olió el contenido de la botella. Su olfato le permitió reconocer uno de los venenos más letales y rápidos.
     —La mató instantáneamente dijo, mientras seguía hurgando en el contenido del bolso—. ¿Cómo sucedió, Takatsugu?
     El cínico y apuesto artista sacudió su cigarrillo, y dijo:
     —Esta tarde di una fiesta en mi estudio. Maaya no estaba invitada, pero vino. En una época fue mi modelo, pero sus estallidos emocionales me cansaron. Todos se fueron a las 8, pero Maaya se negó a irse. Me hizo la pregunta de siempre y le dije, lisa y llanamente, que no me casaría con ella.
     De pronto sacó esa botella de su bolso y bebió un trago antes de que yo pudiera impedírselo. Cayó al suelo como si le hubieran pegado un tiro. Yo...
     —Tocó el bolso?
     —No, no toqué nada..., era obvio que estaba muerta.
     El adolescente cerró el bolso de Maaya de un fuerte golpe, y se dirigió a Megure.
     —¡Llévese a este asesino y guárdelo donde se merece!

¿Qué pista justificó la reacción de Shinichi Kudo?