Cuentos Para el Cultivo del Alma: Huevos y Maíz Cocidos
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Huevos y Maíz Cocidos
En una oportunidad, Nasrudin viajaba entre dos ciudades importantes y paró en un albergue a tomar un desayuno; pidió tres huevos cocidos y una taza de té. En el momento de pagar, el posadero se había ausentado. Nasrudin pensó: "Esto no es un desayuno muy caro, no lo perjudicaré si hoy no le pago; la próxima vez que venga a este albergue arreglaré mis cuentas con él". Tres meses después volvió al lugar, se presentó al posadero y se ofreció a pagar el desayuno que le debía. Este lo increpó duramente y le pidió dos piezas de plata.. Nasrudin se negó a pagar por parecerle un precio exorbitante. El posadero se justificó diciendo:
—Si tú no te hubieras comido esos tres huevos, habríanse transformado en pequeños pollos y hoy serían grandes pollos saludables.
Como no llegaron a un acuerdo, Nasrudin fue citado a comparecer ante el juez. Llegó a la audiencia muy atrasado, y el magistrado le pidió una explicación. Nasrudin se excusó de la siguiente manera:
—Me he retrasado, pues he estado sembrando maíz cocido en mi campo.
—Eso es imposible —dijo el juez—; si tú eres labrador, bien debes saber que si cueces el maíz no te dará ningún fruto.
—Bueno —contestó Nasrudin—, en este juicio se supone que huevos cocidos pueden dar pequeños pollos; por lo tanto, sembrar maíz cocido no debería ser extraordinario.
A. H. D. Halka
Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Hola, mis queridos arrinconados! ¿Cómo están? Espero que bien. Me hizo sonreír la picardía de este cuento :)
Ya terminé de ver la novela coreana Contrato para una Boda pero aún sigo viendo el anime Fairy Tail, leyendo la novela gráfica Los 4 Fantásticos, La Llegada de Galactus y editando el drama coreano Apuesta Final.
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Gabriella Yu